Esta ley tan absurda llamada 'Don't Ask, Don't Tell' (No lo preguntes, No lo digas) que lleva vigente más de 17 años en Estados Unidos, fue eliminada ayer por el Senado estadounidense, con 63 votos a favor y 33 en contra.
Ahora, según determina la legislación estadounidense, Obama, junto a sus principales asesores militares, es quien tiene que certificar que acabar con esta ley no tendrá consecuencias para Ejército. Un paso que no deja de ser un mero trámite.
Obama, que entre sus promesas electorales tenía la de terminar con 'Don´t Ask, Don´t Tell', se ha mostrado muy satisfecho y ha declarado que supondrá que muchas miles de personas tengan que dejar de mentir para poder servir a su país. Asimismo, añade:
"Al poner fin a 'Don't Ask, Don't Tell' nuestra nación ya no se verá privada del servicio de miles de estadounidenses patrióticos obligados a dejar las Fuerzas Armadas pese a los años de comportamiento ejemplar porque resulta que son gays".
Así muestra su alegría por la eliminación de esta ley a través de un tweet:
"Hoy me siento muy orgullosa de ser americana. Me gustaría estar en casa para poder encabezar un desfile. Estamos en el camino ... hacia la plena igualdad".
Da gusto cerrar el año con una noticia como esta, sobre todo teniendo en cuenta los continuos pasos hacia delante y hacia atrás que se han sucedido en este 2010.
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